Aunque hoy en día se pueden encontrar muchas recetas dulces (bizcochos, tartas, cupcakes, etc.) con remolacha en la red, es la primera vez que preparo algo dulce con esta hortaliza. Me sorprendía la diferencia en el color de los bizcochos y los cupcakes de remolacha, que veía en las fotos de diferentes blogs. Así que me picó la curiosidad a comprobar por mi misma, que color y que textura le aporta a la masa de los bizcochos la misma remolacha. Esperaba conseguir algo parecido a los red velvet cupcakes, pero os diré que no lo he conseguido, pero ni de cerca, que va.
He de ser sincera con vosotros y deciros que esta semana realmente tenía la intención de traeros la receta de los red velvet cupcakes, y no sé a vosotros pero a mi estos cupcakes no me acaban de convencer, tanto colorante en una masa de bizcocho no es de mi agrado. Y con esto no quiero decir que estoy en contra de usar colorantes alimenticios, ni mucho menos, yo si que los uso, pero en cantidades pequeñas, algunas gotitas y digo gotitas no cucharadas, pues para cambiar el tono de una crema por ejemplo, o para conseguir un efecto especial de un bizcocho, siempre y cuando las cantidades del colorante con las cantidades de la masa que tenemos que colorear, no son (para mi gusto) totalmente desproporcionadas.
Y es lo que pasa con los red velvet, hay que echar 2 cucharadas de colorante por receta para conseguir ese tono rojo terciopelo y bien potenciado, característico de estos cupcakes, y la verdad como que no me convence.
Cuando creé este blog me prometí que nunca iba a poner recetas que no sean de mi agrado, así que me propuse buscar otros caminos (más naturales) para conseguir unos cupcakes de color rojo terciopelo, o por lo menos de un tono rojizo, ya que se acerca San Valentín y os quería traer una receta de unos cupcakes como más personalizados y característicos de esta fecha. Y como el rojo es el color de la pasión y del amor..., ¿o no? pues bajo mi punto de vista tenían que ser de este color, y no se me ocurrió otra cosa que echar mano de la remolacha.
La verdad ¿no sé si os pasa a vosotros?, pero a mi me pone de los nervios cuando veo una receta en un blog, o en un libro, o revista que no se corresponde con las fotos de la misma. Y aviso, no quiero ser ni negativa, ni criticona, solo doy mi opinión. Me refiero a eso que cuando en las fotos se ve claramente que no es la misma receta, o que se guardan un truco, o se han olvidado de poner algo en las instrucciones de la preparación, o se han olvidado algún ingrediente, o que nos engañan simplemente por cualquier razón. Pues algo parecido me ha pasado a mí con estos cupcakes de remolacha, he encontrado blogs con recetas de cupcakes de remolacha, donde en las fotos que nos presentaban con la receta, los cupcakes se veían de un color rojo vivo e intenso (que ni con colorante se consigue este color, pensaba yo, como no le hayan echado medio bote de colorante imposible conseguir ese color), y otros blogs donde en las fotos los cupcakes se veían de un color como marrón rojizo, o simplemente marrón, pero nada que ver con aquel rojo intenso. Pero me dije (aun sabiendo que me estoy engañando), que puede que sea verdad, que igual con la remolacha se puede conseguir ese color rojizo carmín, o navidad, o terciopelo, así que compré la remolacha y me puse manos a la obra.
Y el resultado, pues si, respecto al color fue totalmente decepcionante..., ahora respecto al sabor para nada lo fue, incluso superó mis expectativas. Así que aunque enfadada por no haber conseguido lo que buscaba respecto al color, he decidido traeros la receta porque creo que la remolacha os puede sorprender muchísimo. Le aporta una jugosidad, una textura suave y húmeda a los cupcakes, que a mi me ha encantado. También en esta receta las especies como la canela y el jengibre, combinan muy bien con la remolacha, y si os preguntáis si se nota el sabor de la hortaliza, os diría que casi no se nota, realmente se funden todos los sabores y aromas en uno, y lo que conseguimos son unos cupcakes de cacao espaciados, con una textura esponjosa, jugosa y deliciosa.
Si no te dicen, de qué están hechos los cupcakes, ni te das cuenta de que llevan remolacha, ahora si te lo dicen, fijándote te das cuenta que en el fondo, pero muy en el fondo, existe una pequeña nota de ese sabor suyo tan característico, pero vamos casi ni se nota. Y el toque del frosting de queso es fantástico, combina muy bien con estos cupcakes, la acidez del queso con la ligereza de la nata, y la cremosidad del mismo frosting, hace que estos cupcakes sean un bocado delicioso.
La receta del frosting la he adaptado a mi gusto. El típico frosting de queso con mantequilla, si lo habéis hecho alguna vez, os habéis dado cuenta que cuesta trabajarlo con la manga pastelera, es un poco delicado la verdad, aparte para mi gusto es demasiado pesado con tanta cantidad de mantequilla y azúcar glasé. Así que yo lo hago con nata en vez de con mantequilla, queso crema y azúcar glasé. Además las proporciones si os fijáis más abajo en la receta, veréis que están muy equilibradas y el frosting no es nada pesado, y lo que es mejor, se puede trabajar muy bien con la manga pastelera.
El único inconveniente, si se puede tomar como inconveniente, es que una vez decorados hay que guardar estos cupcakes enseguida en la nevera, no se pueden tener fuera de la nevera, porque el frosting con la calor del ambiente se ablanda, y también porque la nata se estropea fácilmente fuera de la nevera, incluso adquiere un tono como amarillento.
Gracias a la jugosidad y a la humedad que le aporta la remolacha a los cupcakes, aun metiéndolos en la nevera se mantienen muy jugosos y esponjosos, así que no tengáis miedo de meterlos en la nevera porque no se van a resecar, para nada.
Para darles un aire un poco más coqueto los he envuelto en unos wrappers, y el toque San Valentín lo aportan los corazones rojos hechos de fondant. ¿A que se ven hasta elegantes estos cupcakes de remolacha? Y aunque la remolacha quizá no es una hortaliza muy elegante de ver, por la jugosidad y la esponjosidad que le aporta a los bizcochos, os aseguro se hace querer y muchísimo, y además está muy a la altura de las demás hortalizas. Es una señora hortaliza, que desde ahora pienso utilizarla más a menudo en repostería, y con esto quiero decir, que os la recomiendo totalmente.
Espero que os guste la receta y que os animéis a prepararla.
Y es lo que pasa con los red velvet, hay que echar 2 cucharadas de colorante por receta para conseguir ese tono rojo terciopelo y bien potenciado, característico de estos cupcakes, y la verdad como que no me convence.
Cuando creé este blog me prometí que nunca iba a poner recetas que no sean de mi agrado, así que me propuse buscar otros caminos (más naturales) para conseguir unos cupcakes de color rojo terciopelo, o por lo menos de un tono rojizo, ya que se acerca San Valentín y os quería traer una receta de unos cupcakes como más personalizados y característicos de esta fecha. Y como el rojo es el color de la pasión y del amor..., ¿o no? pues bajo mi punto de vista tenían que ser de este color, y no se me ocurrió otra cosa que echar mano de la remolacha.
Y el resultado, pues si, respecto al color fue totalmente decepcionante..., ahora respecto al sabor para nada lo fue, incluso superó mis expectativas. Así que aunque enfadada por no haber conseguido lo que buscaba respecto al color, he decidido traeros la receta porque creo que la remolacha os puede sorprender muchísimo. Le aporta una jugosidad, una textura suave y húmeda a los cupcakes, que a mi me ha encantado. También en esta receta las especies como la canela y el jengibre, combinan muy bien con la remolacha, y si os preguntáis si se nota el sabor de la hortaliza, os diría que casi no se nota, realmente se funden todos los sabores y aromas en uno, y lo que conseguimos son unos cupcakes de cacao espaciados, con una textura esponjosa, jugosa y deliciosa.
Si no te dicen, de qué están hechos los cupcakes, ni te das cuenta de que llevan remolacha, ahora si te lo dicen, fijándote te das cuenta que en el fondo, pero muy en el fondo, existe una pequeña nota de ese sabor suyo tan característico, pero vamos casi ni se nota. Y el toque del frosting de queso es fantástico, combina muy bien con estos cupcakes, la acidez del queso con la ligereza de la nata, y la cremosidad del mismo frosting, hace que estos cupcakes sean un bocado delicioso.
El único inconveniente, si se puede tomar como inconveniente, es que una vez decorados hay que guardar estos cupcakes enseguida en la nevera, no se pueden tener fuera de la nevera, porque el frosting con la calor del ambiente se ablanda, y también porque la nata se estropea fácilmente fuera de la nevera, incluso adquiere un tono como amarillento.
Gracias a la jugosidad y a la humedad que le aporta la remolacha a los cupcakes, aun metiéndolos en la nevera se mantienen muy jugosos y esponjosos, así que no tengáis miedo de meterlos en la nevera porque no se van a resecar, para nada.
Espero que os guste la receta y que os animéis a prepararla.
Ingredientes para los cupcakes:
(para 24 cupcakes)
(para 24 cupcakes)
375 gr de puré de remolacha
300 gr de azúcar
3 huevos L
150 gr de mantequilla fundida y enfriada
100 ml de buttermilk (o 90 ml de leche y 10 ml de zumo de limón o vinagre)
285 gr de harina común
30 gr de cacao en polvo sin azúcares añadidos
1 tsp (cucharada) de polvo de hornear
1/2 tsp (cucharada) de bicarbonato de sodio
1/4 tsp (cucharada) de sal
1 y 1/2 tsp de canela molida
1 tsp de jengibre molido
1 tsp de jengibre molido
1 tsp de ralladura de naranja
Preparación:
- Precalentar el horno a 175 ºC - 180 °C.
- Preparar dos moldes para cupcakes, con capsulas de papel.
- Tamizar la harina junto con la sal, el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio y las especies.
- Verter el puré en un recipiente, añadir el azúcar y batir un poquito. Añadir los huevos de uno en uno, e ir batiendo después de cada adición. Batir a velocidad media.
- Añadir la mantequilla fundida y el buttermilk, e ir batiendo hasta que esté todo integrado.
- Por último añadir a la mezcla los ingredientes secos (la harina, la sal, el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio y las especies) y la ralladura de naranja. Batir muy poquito solo hasta que esté todo integrado.
- Repartir la masa en las capsulas con la ayuda de una cuchara de helado. Llenar las capsulas solo hasta 2/3 partes, y hornear durante 18 - 20 minutos, o hasta que comprobando con un palillo éste salga limpio, sin restos de la masa.
- Una vez horneados los cupcakes, dejar enfriar sobre una rejilla.
Nota:
- El buttermilk (suero de leche) lo podemos conseguir en los supermercados Lidl. Se puede hacer y de forma casera, aunque no es lo mismo, pero es una buena solución. Para hacer el buttermilk de forma casera dejamos reposar la leche con el zumo de limón o el vinagre, durante 15 minutos. Transcurrido este tiempo veremos que nuestra leche ha espesado y tiene un aspecto como de haberse cortado. Revolvemos y utilizamos.
- Para hacer el puré usar remolacha previamente cocida en agua o al vapor. Si se hace en agua verter la remolacha previamente pelada en un cazo con un poco de agua, y cocer hasta que esté tierna. Si se hace al vapor pelar la remolacha y trocear en cuartos. Cocer al vapor hasta que esté tierna. Una vez cocida pasar por el pasapurés o batir con la minipimer hasta conseguir un puré. Verter el puré en un colador y dejar colando durante 3 - 4 horas, o durante toda la noche si es posible, para eliminar el exceso de agua que puede tener. También para hacer el puré de remolacha se puede utilizar y la remolacha que nos venden en los supermercados ya cocida, y envasada al vació. Eso si, no nos sirve la de bote, la que lleva vinagre.
Ingredientes para la cobertura de queso:
360 ml de nata líquida para montar, de 35% MG como mínimo
120 gr de queso para untar tipo Philadelphia
50 - 70 gr de azúcar glasé (a gusto)
Preparación:
- Montar la nata con el azúcar glasé y reservar. A la hora de montar la nata, hay que tener cuidado de no batirla demasiado, ya que si no se cortará. La nata tiene que estar casi montada, o semi - montada, terminaremos de trabajarla con el queso Philadelphia.
- En otro recipiente batimos un poco el queso, un par de minutos, hasta que adquiere una consistencia suave y cremosa. El queso, hay que sacarlo de la nevera unos minutos antes de hacer la crema, para que se ponga a temperatura ambiente.
- Añadimos el queso a la nata, y lo batimos todo un par de minutos, hasta que esté todo integrado.
- Vertemos la crema en una manga pastelera, provista de una boquilla risada, y decoramos los cupcakes.
Que preciosidad de cupcakes , y muy buenos que estarán ... besitos y buen fin de semana....
ResponderEliminarGracias guapa, un beso !!!
EliminarPRECIOSOS , DA LASTIMA COMERLOS......
ResponderEliminarMadre mia que pintaaaa !! que hambre me está entrando ummmmm que ricoooosssss, que sepas que tomo nota
ResponderEliminarBesos
Gracias chicas, abrazos !!!
EliminarSon una auténtica preciosidad............madre mía niña te han quedado maravillosos.
ResponderEliminarBesitos.
Gracias chicos, abrazos !!!
EliminarMaravillosos, que color tan bonito!!! y deben estar muy ricos!! Otra joya par la colección!! Bs.
ResponderEliminarJulia y sus recetas.
Gracias Julia, un besito !!!
EliminarAunque no hayas hecho los de red velvet, estos cupcakes no tienen nada que envidiarles. Tienen una pinta riquísima, y un color muy vistoso ^^
ResponderEliminarA mí también me llama la atención lo de la remolacha, pero seguro que les da un toque muy especial ^^
Los apunto!
Un besote grande!=)
Gracias Kim, un besito guapísima !!!
ResponderEliminarAsí se hacen los Red Velvet originales , no? O parecido al menos.
ResponderEliminarGracias por la receta, saludos!
En teoria si, se hacen así, pero yo de momento no he consdguido ese color terciopelo rojo. Asi que me da por pensar que sin colorante imposible conseguir ese color. En todo caso lo seguiré intentando y ya os contaré la evolución. Bs.
ResponderEliminarPrecioso color y originales cupcakes!!!
ResponderEliminarBesitos
Gracias Ana, un beso.
EliminarQue razón tienes con lo que has dicho de la rabia que da cuando ves una receta en la que las fotos no se corresponden con la receta!!! y para mí te han quedado genial los cupcakes y me ha gustado mucho más tu crema de queso que la que he usado yo para los cupcakes de red velvet. Tomo nota para la próxima vez que la realice!!! un beso!!
ResponderEliminarHola guapa !!!
EliminarLa verdad esto de los cupcakes, las cremas y los bizcochos va a gustos. A mi no me gusta que una crema sepa demasiado a mantequilla o que sea demasiado empalagosa. Me alegro que te haya gustado mi crema, es bastante suave y ligera, en todo caso si la haces ya me contaras que tal, si te seguirá gustando después de probarla. Besos.
Pues t agradezco la info, xq siempre había querido hacer la Red velvet con remolacha, ya sabes! X eso d no abusar d los colorantes.. Aunque al igual q tú, los utilizo en cantidades ínfimas y xq no hay mas remedio si quieres obtener colores intensos, pero t aseguro q viendo lo esponjositos q te han quedado estos cupcakes, me importa bien poco el color d los mismos. Un bsot
ResponderEliminarGracias Mar !!!
EliminarLa verdad no estoy en contra de utilizar colorantes, pero sin pasarse, porque los colorantes por muy naturales que sean yo creo que contienen muchos componentes quimicos, igual para el cuerpo no son muy dañinos, pero no se, a mi no me aspiran confianca. Un abrazo guapísima !!!
Te han quedado preciosos me encantan deliciosos, me llevo la receta y un cupcakes en cada mano jajjaj que no se entere nadie
ResponderEliminarBesinos
El Toque de Belen
HOLA BILJANA ,A LA REMOLACHA HAY QUE COCINARLA CON SU CÁSCARA , DE ESA FORMA CONSERVA TODO EL COLOR ,NO NECESITÁS CUCHILLO PORQUE CON LA MANO SALE BIÉN LA CÁSCARA ,SI LA PELÁS LA REMOLACHA TIÑE EL AGUA Y SE LE VA EL COLOR ,AJALÁ TE SIRVA ,LILIANA ...!!!
ResponderEliminarHola Liliana. Gracias por tu consejo. Lo voy a poner en práctica, y te contaré el resultado. Gracias de nuevo y un beso enorme !!!
EliminarSimplemente preciosos! no tengo palabras, me encantan los cupcakes!!!!!
ResponderEliminarbesos
Gracias guapa !!!
EliminarHola, se ven muy ricos, para cuantos cupcakes alcanza la cobertura?
ResponderEliminarHola !!!
EliminarPara 24 cupcakes, saludos !!!