Galletas de mantequilla (ideales para acompañar el té o para decorar) - con Lékué

Hace unas semanas recibí una sorpresa de Lékué: el kit cookie puzzle animal. Se trata de un kit pensado para los niños, que contiene un molde cortador de galletas (rígido y en forma de puzzle) y una plantilla o un póster con un paisaje de la naturaleza, que nos sirve como plataforma de juego.

Con este molde se pueden elaborar hasta 15 galletas de animales, en una sola horneada. Es una buena oportunidad para introducir a los más pequeños en la cocina y hacer que se diviertan cocinando.
Las galletas una vez horneadas, serán las protagonistas de su juego, pudiendo imaginar una historia diferente en cada horneada, recrear su hábitat coloreándolo o revivirlo con las galletas personalizadas a gusto.

La semana pasada nos pusimos manos a la obra con mi hija pequeña, y estrenamos este molde con el cual hicimos estas galletas tan ricas. Os puedo asegurar que ella misma las cortó con el cortador, incluso las traspasó con mucho mimo en la bandeja del horno sin ningún problema. Durante todo el proceso tenía la sonrisa puesta de oreja a oreja, ya que le resultaba una tarea súper fácil y le encantaba haber participado en la cocina.

La receta de la masa de estas galletas es una receta adaptada a mi gusto, y como bien dice el titulo, estas galletas se pueden degustar tal cual a la hora de la merienda, con una vasito de leche o té, o las podemos decorar con glasé real, fondant o chocolate (si la masa se trabaja correctamente se pueden conseguir unas galletas lisas y planas, perfectas para decorar).

A estas alturas creo que no os puedo aportar nada nuevo sobre las galletas de mantequilla para decorar, ya que hay muchos bloggers en la red que hablan sobre estas galletas y cada uno aporta su receta particular, aunque todas ellas similares y con unos ingredientes que varían muy poco. 

Solo os puedo decir, que con mi receta se consiguen unas galletas crujientes y no pastosas, gracias a la cantidad y el tipo de grasa que llevan. Veréis que la receta se elabora con mantequilla y Crisco (es un ingrediente que hoy en día se puede conseguir fácilmente, por ejemplo en los supermercados del Corte Ingles lo veden). Se trata de una grasa vegetal que sustituye en parte la mantequilla en la receta y que para mi gusto suaviza mucho la masa de las galletas, y les aporta ese toque crujiente que a mi me encanta. 

Aunque luego influyen muchas cosas si se van a mantener crujientes o se van a convertir en blandas, pero no pastosas. Influye como las vamos a conservar y que trato les vamos a dar a la hora de la decoración, si es que las decoramos.

Lo bueno es que al ser crujientes, si no nos apetece decorarlas perfecto, tendremos unas ricas y crujientes galletas para la hora del te, el café, o para las meriendas de los niños. 

¡Espero que os gusten!

Receta

Galletas de mantequilla

Ingredientes:

650 gr de harina común (de todo uso)

1 huevo L y 1 yema L

200 gr de mantequilla, a temperatura ambiente

100 gr de Crisco (grasa vegetal), a temperatura ambiente

270 gr de azúcar glasé, tamizado

un chorrito de leche (2 - 3 cucharadas)

1 cucharada de esencia de vainilla, café, almendra o naranja, a gusto

 Preparación:

• En un bol tamizar la harina. Reservar.
• Batir la mantequilla y el Crisco junto con el azúcar glasé, hasta que la mezcla esté suave y cremosa, pero no esponjosa. Si batimos demasiado la mantequilla o los huevos se crearán como burbujas en la masa y a la hora del horneado se nos pueden bufar (inflar) las galletas. Y en vez de unas galletas lisas y planas conseguiríamos unas galletas rugosas y bufadas, no aptas para decorar.
• Añadir el huevo, la yema y la vainilla (la esencia elegida) y batir con la batidora hasta obtener una mezcla homogénea (sin pasarse con el batido).
• Añadir la harina poco a poco y seguir batiendo a velocidad media, hasta que toda la masa se haya integrado bien y haya quedado uniforme. Si no tenemos robot podemos añadir la harina y amasar la masa a mano.
• Si vemos que la masa nos haya quedado demasiado seca le añadiremos un chorrito de leche (2 - 3 cucharadas soperas). Esto depende de la harina y la humedad en el ambiente.
• Hacer una bola con la masa y dividirla en tres porciones iguales. Coger una porción de masa, y estirarla sobre dos hojas de papel de hornear con la ayuda de un rodillo con aros intercambiables para que las galletas salgan con el mismo grosor. Si no tenemos este tipo de rodillo en casa nos podemos ayudar de unas guías de madera. Mis galletas tienen un grosor de 5 mm, este seria para mí el grosor perfecto de estas galletas.
• Una vez estirada la masa, hacer lo mismo con las otras dos porciones y dejar reposar en la nevera hasta el día siguiente o por lo menos durante 4 - 5 horas. De esta forma la mantequilla (la grasa) se habrá endurecido, la masa se habrá asentado y nos será más fácil cortar las galletas con los cortadores (o en este caso con el cortador "cookie puzzle animal", de Lékué), sin que las mismas pierdan la forma. 
• El día siguiente sacar la masa estirada de la nevera y cortar las galletas con los cortadores elegidos. Si usáis el mismo cortador que yo, dejar la masa unos minutos a temperatura ambiente antes de cortar las galletas (de esta forma os será más fácil cortarlas con el mismo).

• Ir colocando las galletas con la ayuda de una espátula en las bandejas de horno, previamente preparadas con papel de horno y dejando unos 2 cm entre cada una de las galletas. 
• Dejar las bandejas con las galletas en la nevera o en el congelador, y mientras tanto precalentar el horno a 170ºC (con ventilador) - 180ºC (sin ventilador), con la rejilla en el centro. Al enfriarlas de nuevo evitamos a que pierdan la forma a la hora del horneado.
• Con la masa sobrante volvemos a repetir el mismo procedimiento. 
• Hornear durante 15 - 18 minutos, según el tamaño de las galletas, o hasta que los bordes estén un poquito dorados. 
• Una vez estén horneadas, sacarlas del horno y dejarlas enfriar un poquito en la bandeja, luego con la ayuda de una espátula traspasarlas sobre una rejilla hasta que se enfríen por completo.
• Para que se conserven crujientes, guardarlas en un recipiente de cierre hermético o en una caja metálica. Importante, tienen que estar completamente frías antes de guardarlas, si no se vuelven blandas.

A nosotros en casa nos encantan estas galletas y las hago siempre que puedo. 

En ocasiones, una vez que estén cocidas y frías las suelo terminar con un baño de chocolate. Para ello solo derrito un poco de chocolate al baño María y voy sumergiendo cada galleta hasta la mitad. Dejo escurrir el exceso de chocolate y luego las dejo secar totalmente sobre una rejilla. De esta forma quedan muy ricas también. 

¡Hasta la próxima!

Besos!

Biljana