Gelatina de tres leches y melocotón

¡Hola! ¡Madre mía, cuanto tiempo llevo sin aparecer por aquí!
En mi última entrada os comenté que el mes pasado mí marido y mi hija pequeña se iban de viaje a Macedonia, durante casi un mes. El viaje se hizo por varios motivos, primero para ver a los abuelos (sobre todo a mi suegro que está algo pachucho), y luego para que mi marido se presentara a unos exámenes que le faltaban para poder terminar la carrera de Educación Física y Deportes (INEF).
Es una carrera que mi marido estaba estudiando en Macedonia antes de venirnos aquí y le faltaban solo dos exámenes para acabarla, si si solo dos. Al principio por falta de tiempo y luego por dejadez, lo ha ido dejando y se ha ido alargando la cosa hasta el día de hoy. Aunque ahora no le servirá de mucho (que nunca se sabe) simplemente por satisfacción personal ha querido terminarla.

Como todo ha cambiado tanto en estos años, ha tenido que hacer (aparte de pagar una multa) los 2 exámenes que le faltaban, más otros cuatro y los ha aprobado a todos :). Ahora le falta el trabajo final y graduarse, así que si todo va bien el año que viene iremos toda la familia a su graduación :). Como veis, si hay ganas y ilusión, nunca es tarde para volver a estudiar. La verdad, mi marido no puede estar más contento y su mujer y sus hijas no pueden estar más orgullosas de él.

Aparte del tiempo que ha tenido que pasar mi marido en la Facultad, con la niña aprovecharon cada momento para disfrutar con la familia y viejos amigos nuestros. Ha sido un viaje de recuerdos, reencuentros y nostalgia, pero también de momentos bonitos y felices. Se lo pasaron súper bien con la peque allí, disfrutando y descansando todo lo que pudieron.

Yo me he quedado aquí, junto con mi hija mayor. Ella por no perder clases y exámenes en el instituto (ya que está en bachillerato) no ha podido ir, y yo por nuestro negocio. Cuando tienes un negocio de hostelería y más ahora en verano, es imposible cerrarlo y marcharte durante un mes, o dejarlo todo en manos de los empleados. Así que a mi me a tocado quedarme aquí, hacer mi faena y la de mi marido, tanto en casa como en el trabajo.
Como podéis imaginar he estado súper ocupada durante todo el día. Llegaba a casa cansada, para descansar un poco, y poco más. No tenía ganas de preparar dulces y postres, y menos de escribir entradas o publicar en las redes sociales, el poco tiempo libre que tenía solo quería descansar.
Menos mal que todo se acaba, y ya tengo aquí a mi marido y a mi pequeña. En casa poco a poco volvemos a la rutina, y como no, eso implica retomar el Blog de nuevo, esta vez con más ganas.

Gracias a todos los que me habéis escrito por mensaje privado, en Instagram o en Facebook, y me habéis preguntado, si me pasaba algo y donde estaba. Gracias a todos vosotros este Blog tiene sentido y me doy cuenta de que un Blog no son solo recetas, sino mucho más. ¡Se os quiere mucho!

Así que puedo decir que me he tomado las vacaciones por adelantado (en el Blog me refiero), porque de vacaciones, vacaciones, todavía nada, por lo menos hasta septiembre no haremos vacaciones en familia. Ahora que muchos compañeros blogueros descansaran con el Blog, yo seguiré por aquí, trayéndoos recetas nuevas y veraniegas.

Como en verano hace mucho calor, muchos no tenéis o mejor dicho no tenemos ganas de poner el horno en marcha. Además, los postres cargados y pesados no apetecen nada. El verano es de postres fresquitos, ligeros y si pueden ser sin horno y rápidos de preparar, mejor que mejor.

Hoy os traigo un postre muy veraniego, una gelatina de tres leches y melocotón, deliciosa, fresquita, ligera y rápida de hacer. Esta gelatina, junto con algún semifrío y los polos de fruta o yogur, son los postres que no pueden faltar en mi casa durante el verano.

Creo que la gelatina es uno de estos postres, que gusta mucho o no gusta nada. Tengo que reconocer que durante mi niñez no me gustaba nada, no era uno de mis postres favoritos. Pero era porque la única gelatina que conocía o había probado, era la típica gelatina de sobre con sabor a fruta. Y hoy en día este tipo de gelatinas no me llaman mucho.

Otra cosa son las gelatinas de leche, de chocolate, de café o dulce de leche y las que se preparan con pulpa de fruta. Este tipo de gelatinas me encantan. Me recuerdan mucho más a una crema espesa y gelatinosa, que a una gelatina. Si todavía no os habéis animado con este tipo de gelatinas, estáis tardando, tenéis que probar de hacerlas, os sorprenderán gratamente. Y por lo rápido que se preparan merece la pena animarse con ellas.

La gelatina que os traigo hoy es una señora gelatina, con un sabor y una textura suave, dulce, aromática, es una gelatina con cuerpo y además con una presencia que llama la atención de cualquiera.
Como bien dice el titulo, en realidad se trata de un dúo de gelatinas, una es gelatina de tres leches (elaborada con leche condensada, leche evaporada y crema de leche o nata) y la otra es gelatina de melocotón (preparada con melocotón en almíbar). Lo más difícil de la elaboración de este postre es el tiempo de espera, entre la formación del zebrado o las capas de gelatinas. Porque para formar el zebrado, primero hay que esperar que cuaje una capa, para poder añadir luego la otra.

Pero tampoco hay que agobiarse con esto de la espera, entre capa y capa podemos ir haciendo faena por casa (es lo que hago yo). Solo tenemos que estar pendientes del reloj o de vez en cuando (pasados los 10 - 12 minutos por ej.) ir echando un vistazo al congelador, para ver si ha cuajado nuestra gelatina. Si vemos que ha cuajado añadimos la otra capa, y luego podemos seguir con las tareas, hasta dentro de unos minutos. En una hora y cuarto aproximadamente, la tendremos montada o formada.

Lo suyo es hacerla por la noche y dejarla en la nevera toda la noche. Al día siguiente estará en su punto perfecto para desamoldara y degustarla. Lo único malo que tiene es que se reseca rápido en la nevera (una vez desmoldada me refiero). Tenerla más de un día o dos en la nevera no es recomendable. La solución (por supuesto si no se va a degustar el mismo día), es hacer menos cantidad en un molde más pequeño, o prepararla en moldes más pequeños e individuales, e ir desmoldándola poco a poco, según las necesidades.
Yo la he preparado en un molde grande, concretamente en el molde Heritage de la marca Nordic Ware. Con estas cantidades salen unos diez trozos majos, así que si en casa os gusta a todos, tenéis postre para todo el finde, e incluso os sobra algún trozo para regalárselo a alguna amiga o vecina.

Si no os queréis complicar con el zebrado, la podéis montar en dos capas, por ejemplo preparar primero una gelatina, esperar que cuaje y luego preparar la otra, verterla por encima de la anterior y dejar que cuaje. De esta forma también queda muy bonita.
Para su elaboración, os sirve tanto un molde de metal como uno de silicona, incluso uno de plástico, siempre y cuando lo engraséis bien con aceite antes de verter la gelatina, ya que el aceite facilita el desmoldado de la misma.

Nada más, espero que os guste y que os animéis a prepararla. Os dejo con la receta.

Receta

Gelatina de tres leches y melocotón

(para un molde de 2 litros de capacidad)

Ingredientes para la gelatina de tres leches:

300 gr de leche condensada

400 ml de leche evaporada

200 ml de nata para montar (crema de leche)

100 ml de agua fría

20 gr de gelatina en polvo, sabor neutro

Ingredientes para la gelatina de melocotón:

125 ml de agua

25 gr de azúcar blanco

550 gr de melocotón en almíbar (550 gr de melocotón solo, sin el almíbar, yo he usado una lata grande y una pequeña de melocotón)

100 ml de agua fría

18 gr de gelatina en polvo, sabor neutro

Más para decorar:

unas almendras fileteadas

Nota: 

Si se quiere conseguir una gelatina más cremosa y más suave todavía, hay que reducir las cantidades de gelatina en polvo. Por ejemplo, para la gelatina de leche emplearemos unos 18 gr y para la gelatina de melocotón unos 16 gr de gelatina en polvo.

 

Preparación gelatina de tres leches:

• En un bol pequeño verter los 100 ml de agua fría y espolvorear por encima la gelatina en polvo. Mezclar con una cuchara o un tenedor, para ayudar a que la gelatina se disuelva más rápido y dejar unos minutos para que se hidrate bien y absorba toda el agua.
• Mientras tanto, verter en un cazo el resto de los ingredientes (la leche condensada, la leche evaporada y la nata para montar) y llevar al fuego.
• Dejar al fuego hasta que todos los ingredientes se hayan unido y la mezcla se haya calentado un poco (la mezcla tiene que estar caliente, pero no debe hervir). Apartar.
• Calentar la gelatina hidrata (que ahora tiene que tener un aspecto como a una esponja firme) por 10 - 12 segundos en microondas, o hasta que se vuelva líquida (la gelatina no debe hervir solo calentarse un poco, ya que con las altas temperaturas pierde su poder gelificante).
• Verter la gelatina en el cazo con la mezcla tibia de tres leches (leche condesada, leche evaporada y la nata o la crema de leche) y mezclar con unas varillas de mano o una espátula de silicona hasta que la preparación esté homogénea y la gelatina se haya incorporado por completo.
• Colar y verter en un bol grande o una jarra. Reservar por unos minutos. 
• Mientras tanto ir preparando la gelatina de melocotón. 

 

Preparación gelatina de melocotón:

• Verter en un bol pequeño los 100 ml de agua fría y espolvorear por encima la gelatina en polvo. Mezclar con una cuchara o un tenedor, para ayudar a que la gelatina se disuelva más rápido y dejar unos minutos para que se hidrate bien y absorba toda el agua.
• Triturar el melocotón en almíbar con un robot de cocina o batir en una batidora de vaso, hasta hacerlo puré. Reservar.
• Llevar al fuego los 125 ml de agua y los 25 gr de azúcar. Dejar al fuego hasta que el azúcar se haya disuelto y la mezcla empiece a hervir. En este punto añadir el puré de melocotón y dejar que la mezcla se caliente un poco, sin dejar que hierva.
• Mientras tanto calentar la gelatina hidrata por 10 - 12 segundos en microondas, o hasta que se vuelva líquida.
• Verter la gelatina diluida en el cazo con el puré de melocotón y mezclar con unas varillas de mano, hasta que la preparación esté homogénea y la gelatina se haya incorporado por completo.
• Colar y verter en un bol grande o una jarra. 

Montaje:

1. Engrasar bien con aceite un molde de metal o de silicona de 2 litros de capacidad y llevar en el congelador por 5 minutos.
2. Una vez esté el molde enfriado, proceder con el montaje de la gelatina.
3. Con la ayuda de un cucharón cubrir la base del molde con una parte de gelatina de tres leches y llevar en el congelador por 10 - 12 minutos aproximadamente o hasta que la gelatina haya cuajado. Si inclinamos el molde no se debe de mover. ¡MUY IMPORTANTE! La gelatina tiene que estar cuajada, pero no demasiado firme o endurecida. Si la presionamos un poco, se nos tiene que pegar en el dedo y al levantar el dedo la gelatina que se ha pegado tiene que estar firme y no se debe de caer, si se cae le faltan unos minutos más en el congelador. Veréis, si la dejamos que cuaje mucho no se va a fusionar bien con la siguiente capa, y a la hora del desmoldado, las capas de gelatina se irán separando. También, si está demasiado blanda o poco cuajada, al añadir la segunda capa, las dos gelatinas se nos podrían mezclar. Por eso, es muy importante que esté a la textura perfecta antes de añadir la segunda capa. Es importante también echar o verter la gelatina muy poco a poco en el molde, y el cucharón cuanto más bajo o más cerca de la gelatina que tenemos en el molde mejor. Porque si la añadimos rápido, de golpe y desde muy arriba, se nos podría romper la capa de abajo, ya que está cuajada pero no demasiado firme. En todo caso, durante el montaje le iréis pillando el punto.
4. Una vez esté cuajada la gelatina de leche, seguir con el montaje. Con la ayuda de otro cucharón muy lentamente y con mucho cuidado, disponer sobre la gelatina anterior una parte de gelatina de melocotón y llevar de nuevo el molde al congelador, por 10 - 12 minutos aproximadamente o hasta que la gelatina de melocotón esté cuajada. 
5. Seguir así hasta terminar con toda la gelatina. Una vez la tenemos montada completamente, la guardaremos en la nevera durante 5 - 6 horas o toda la noche.
6. El día siguiente sumergimos el molde en agua templada, por unos segundos (4 - 5 segundos). Luego, con las manos un poco humedecidas en agua, iremos despegando la gelatina de las paredes del molde y con mucho cuidado la desmoldaremos sobre una fuente de servir.
7. Decoramos a gusto y servimos de inmediato o guardamos en la nevera hasta la hora de servir.

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Con esta receta participo en el Reto "Dis-Fruta de Nunca es demasiado dulce", en el mes de julio. Este es un Reto que organiza mi compañera Lidia, la autora del Blog "NUNCA ES DEMASIADO DULCE" y consiste en elaborar RECETAS DULCES con la FRUTA como ingrediente principal. Este mes la fruta elegida ha sido el melocotón. Si queréis saber algo más sobre este Reto y os apetece participar, solo tenéis que pinchar encima del logo.

¿Qué os parece? Fácil de hacer ¿verdad? ¡Y muy, muy rica!

Por cierto, la gelatina por muy simple que parezca, hay que decir que es un alimento muy nutritivo. No sé si lo sabéis pero la gelatina es pura proteína, no tiene nada más, ni grasas, ni hidratos de carbono. Es muy saludable para los niños, las embarazadas y las personas mayores. Por supuesto cuanto más sencilla menos calorías tiene. Para mi las gelatinas son un postre ideal para fiestas infantiles y cuanto más combinación de colores llevan mejor, ya que a los niños les encanta el colorido.

Me quedo disfrutando de un trozo de mi gelatina, pensando con que os puedo sorprender la semana que viene.
¡Un beso muy fuerte y hasta la próxima!
Biljana