Bizcocho de cítricos

¡Madre mía! Si hace dos años me hubiesen dicho de que iba a tardar tanto en actualizar el Blog, no me lo hubiese creído. Perdonad por desaparecer durante tanto tiempo sin decir nada, no estaba planeado. Mi intención no era dejar de publicar así porque sí, o dejar el Blog, simplemente me era imposible asomarme por aquí, aunque solo fuera para saludar. Han sido dos años duros de mucho trabajo y supongo que lo seguirán siendo después del parón causado por el COVID - 19, pero eso sí, habrá que plantearse hacer algo para bajar el ritmo, porque así es imposible seguir, mi cuerpo no lo aguanta ya.

"Gracias" al coronavirus puedo asomarme por aquí, y no me toméis muy en serio este gracias, es por sacar algo positivo de la situación que vivimos hoy en día. 

Muchos de vosotros sabéis que soy autónoma, que me dedico a la hostelería, que trabajo junto con mi marido y que desde hace años somos propietarios de negocios de hostelería. Nos gusta este oficio, nos gusta el trato con la gente, dar buen servicio y no nos importa el trabajo, el esfuerzo físico, ni psíquico que requiere. Como muchos oficios supongo, tiene su cara buena y mala, pero nosotros siempre nos quedamos con lo positivo. Tiramos para adelante intentando mejorar y evolucionar en lo nuestro, y creo que lo conseguimos.

Pues bien, desde hace un tiempo con mi marido nos apetecía mucho montar una cafetería bonita, actual, con ambiente sereno, con una oferta de productos selectos y que definiese nuestro estilo. Una cafetería con oferta de desayunos variados; comidas sencillas elaboradas con productos frescos, de primera calidad; meriendas en las que no falte la repostería casera, sobre todo los bizcochos y los pasteles caseros; sumando la bollería clásica que no puede faltar en ninguna cafetería decente hoy en día. 

Después de buscar un local durante un par de años (un local que nos gustase) conseguimos hacernos con uno, y ahí empezó toda nuestra aventura. Permisos, proyectos, busca de industriales, obras, proveedores nuevos, todo ese camino que requiere un negocio nuevo. Ha sido un camino agridulce y aunque no es el primer negocio que montamos desde cero, este ha sido el más largo (por varios motivos que no voy a mencionar para no agobiaros con el tema).

Por fin, ya teníamos nuestra cafetería montada y había que levantar la persiana. ¡Y que levantamiento de persiana! Hemos abierto, pero no hemos levantado cabeza de la cafetera, los fuegos, el fregadero... porque nosotros somos empresarios, pero ante todo somos emprendedores. Emprendedores de esos que están al pie del cañón; que lo dan todo por sacar la faena; que se preocupan por el cliente; por el trabajador; por la faena bien hecha; y por sacar un negocio para adelante, cueste lo que cueste.

Y no sé si es por la atención que damos, por el local o por el buen café, pero nuestra cafetera en muchas horas a lo largo del día echa humo, hasta tal punto que nos estamos planteando poner otra, porque muchos días sinceramente no damos abasto. La verdad, estamos muy contentos por la maravillosa respuesta de nuestros clientes, de los vecinos, de la gente del barrio… Pero, por otra parte, esto ha conllevado a perder nuestra tranquilidad; nuestro día a día sin prisas y agobios; perder el poco tiempo libre que teníamos para nosotros y nuestras aficiones. No me quejo, no me malinterpretéis, ¡me encanta mi trabajo! Tener faena y una clientela de lujo, hoy en día es de agradecer y mucho, simplemente digo que habrá que plantearse parar de vez en cuando para tener un horario laboral más normal (dentro de lo posible), y tomarse las cosas con más tranquilidad. 

Como no ha sido planeada esta vuelta al Blog, ni este parón por el coronavirus, no tengo preparadas fotos bonitas de la cafetería. Os dejaré unas fotos que hice con el móvil (durante la apertura) para que la veáis, porque me hace ilusión. No ha cambiado mucho la cafetería desde entonces, salvo por un zócalo de madera que pusimos en las paredes, unos toldos y algún pequeño detalle de más. Espero que os guste y os invito a todos, sobre todo los que sois de Tarragona a que nos visitéis. ¡Sois todos bienvenidos! Estamos en San Pedro y San Pablo, un barrio de Tarragona precioso, familiar, con zona universitaria y que destaca por sus espacios verdes, parques infantiles y limpieza. Así que, si pasáis por aquí y os apetece un buen café, preguntad por Café Infinity, estaremos encantados de recibiros.

Dicho todo esto, seguimos con el tema principal de la entrada, la receta de este maravilloso bizcocho de cítricos. Los que me conocen saben que soy fan de los bizcochos, de las texturas esponjosas y ligeras. Y este bizcocho es exactamente eso, ligero, suave, y muy muy... esponjoso. Es uno de los bizcochos que hago a diario en la cafetería porque gusta mucho. Se hace en un momento, con unos ingredientes comunes que seguramente todos tenéis en casa. Es una receta perfecta para que la preparéis en estos días de confinamiento. Si no tenéis por casa variedades de cítricos, añadirle el que tengáis, queda igual de bueno solo con limón o naranja.

A mí me gusta prepararlo con limón, naranja y mandarina, porque el aroma y el perfume que le aportan estos cítricos es maravilloso, y en cuanto al sabor y el toque de acidez que se consigue con la combinación de los tres, me parece perfecto. Si se hace solo con limón queda un sabor más ácido y de una miga más blanquecina. Si se hace solo con naranja o mandarina queda más calmado de sabor, para mí que le falta la chispa del limón. Los cítricos se complementan muy bien entre sí en esta receta. El perfume delicado que le aporta la mandarina, por ejemplo, con el limón solo no se consigue. No sé si serán manías mías, o es que me he acostumbrado a su peculiar sabor.

Se puede elaborar en un molde circular de 22 cm o 25 cm de diámetro, o en uno de corona con tubo central. En esta ocasión yo he utilizado uno circular de 22 cm de diámetro, el bizcocho queda más alto en este molde y a mí me gusta más. La elección del molde os la dejaré a vosotros. Animaros a prepararlo, se mantiene muy bien durante 3 - 4 días tapado con una campana de cristal. Es un bocado dulce delicioso, perfecto para acompañar el café matutino en estos días. 

Receta

Bizcocho de cítricos 

Ingredientes:

5 huevos L, a temperatura ambiente 

325 gr de azúcar blanco

325 gr de harina común

1 sobre (16 gr) de levadura Royal, polvo para hornear

1/4 de cucharadita de sal

175 ml de aceite vegetal (puede ser de oliva o de girasol)

175 ml de leche, a temperatura ambiente 

135 ml de zumo de cítricos (1 naranja, 1 limón y 1 mandarina), a temperatura ambiente 

la piel rallada de los cítricos (solo la parte naranja o amarilla)

Preparación:

• Precalentar el horno a 160ºC horno con ventilador o 170ºC horno sin ventilador calor arriba y abajo. 
• Engrasar con aceite un molde circular de 22 cm o 25 cm de diámetro y forrar la base con papel de hornear. 
• Tamizar la harina junto con la levadura Royal y la sal. 
• En el tazón de la batidora de pie o en un bol verter los huevos junto con el azúcar y batir con la batidora de varillas a velocidad alta, hasta que la mezcla tome un color blanquecino, esté muy cremosa y haya aumentado considerablemente su volumen. Hay que tener paciencia, este paso nos puede llevar unos 7 - 8 minutos batiendo, pero es importante para que nos quede un bizcocho esponjoso y jugoso.
• Sin dejar de batir, poco a poco, en forma de hilo y batiendo a velocidad baja, ir añadiendo los ingredientes líquidos. Primero el aceite, batir un poco o hasta que se integre. Luego la leche, a continuación el zumo de cítricos y batir otro poquito más o hasta que se integren. 
• Añadir la mezcla de harina y levadura tamizada y mezclar, ahora ya a mano y con una espátula de silicona, haciendo movimientos suaves y envolventes, hasta que nos quede una masa homogénea y sin grumos.
• Por último, añadir la ralladura y mezclar a mano también. 
• Verter la mezcla en el molde previamente preparado y hornear durante 45 - 50 minutos, o hasta que al pinchar el centro del bizcocho con un palillo éste salga limpio y sin restos de masa. 
• Dejar enfriar un poco en el molde, pasar un cuchillo alrededor y desmoldar. 
• Dejar enfriar o templar sobre una rejilla, espolvorear con azúcar glass y servir. 

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Nota:

○ Para que el bizcocho nos salga perfecto es importante que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente.

○ Importante, no abrir la puerta del horno hasta que el bizcocho esté casi horneado. Si se abre la puerta demasiado pronto, sobre todo antes de los 30 minutos de horneado podría hundirse en el centro.

No sé si a partir de ahora podré ir publicado cada semana como antes, pero lo que sí sé, es que intentaré estar más presente tanto por aquí como en las redes, sobre todo en Instagram (Facebook y Twitter los he dado de baja, por si me buscáis por ahí). Intentaré traeros recetas nuevas como sea, alguna por aquí, otra exprés por Instagram según el tiempo libre que tenga.

Gracias por la atención prestada y por leerme.

¡¡Un abrazo enorme y cuidaros mucho!! 

Biljana